Desde mi pesebre "Vendo piedras"

Buenos días mi gente... otro día mas Desde mi Pesebre.  Les confieso que todos los días me da mucha vida sentarme a tomarme mi café y compartir con ustedes desde mi rincón secreto (tan secreto que no se cuantas personas conocen que existe).  Hoy es uno de esos días que uno se levanta sin motivación y dice: ¿como voy a escribir si yo mismo estoy desmotivado? Pues abrí el Facebook y baje el mensaje.  Cuando me puse a leer vi un video que un hermano fraterno había posteado... WOW sin palabras no se si deba escribirlo; pero como este blog es mío pues voy a decirles que se llama "Caine Arcade".  Esto me recuerda a uno de esos cuentos que uno lee; pero no necesariamente sabe su fuente primaria es por eso que le titule "Vendo piedras".

Erase una vez un pequeño, había comenzado el verano y pensó ayudar a sus padres a recolectar dinero ya que era una familia pobre (aunque hoy en día la pobreza es relativa).  El chico decidió recolectar simplemente piedras y poner un negocio de piedras (en una visita a la ciudad vio una joyería que decía vendo piedras preciosas y pensó que debía abrir en su pueblo un negocio de piedras feas).  De ese modo, coloco sus piedras (chinos de río) y les puso el valor de $5 dólares a cada una.

El papá vio cuan decidido era su hijo y lo dejo poner ese negocio aunque pensaba que no era productivo (según él).  El primer día de la empresa, la gente pasaba y miraba; pero nadie compraba.  El chico súper dispuesto recogió sus piedras las metió en una cajita y dijo: "mañana será otro día".  La mañana siguiente abrió su negocio a las 7am para poner sus piedras en su mesita y a esperar...

El padre se comenzó a preocupar y le dijo: "Hijo porque no abres un negocio de limonadas".  Solo tienes que invertir en vasos, hielo, azúcar y limones... el chico miro a su padre y le dijo: "Papá tengo un negocio nuevo, ¿sabes lo productivo que es vender piedras? Dios las regala".  El padre preocupado hizo las matemáticas, y le dijo hijo si vendes 20 limonadas a $.50 centavos al finalizar el día lograras tener $10 dólares de esos me das el dinero de materiales que son como $7 dólares y habrás logrado $3 dólares para ti. El chico pensó lo que decía su papá; pero le pidió un día mas para ver como le iba en su negocio de piedras feas.

El tercer día era domingo... el chico fue a la misa con su familia y allí se arrodillo. Pidió a Dios con fe y le dijo: "Diosito se que mi negocio es nuevo; pero tengo fe que el funcionará". Al salir de misa salió corriendo a su casa para abrir su negocio. A las 2pm aproximadamente el padre fue a donde el chico y le dijo: "Hijo cierra el negocio... y mañana establecemos el de limonadas".  El chico miro al papá y le dijo: "recuerda te pedí 3 días para ver como iba mi idea".

A las 4pm aproximadamente paso una pareja por frente de la mesa.  Les estuvo curioso y se tomaron varias fotos frente al negocio.  Al terminar su sesión fotográfica le preguntaron al chico que vendía... El chico con sus ojos súper aguados (de la emoción) les contesto: vendo piedras feas. La pareja le pregunto para que era el negocio... el chico contesto que deseaba ayudar a sus padres en verano.

Acto seguido el caballero metio la mano en su bolsillo y le dijo: "Esta bien vendeme 2"... en 10 minutos el chico había logrado $10 dólares.  Fue corriendo a donde el padre y le dijo: "Papá te lo dije: "vender piedras feas es productivo en solo 3 minutos hice $10 dólares sin gastos".  La pareja coloco la foto del negocio de piedras feas en las redes sociales y a la otra semana habían sobre 50 personas visitando el negocio de piedras feas... Wow

Gente a veces yo me pregunto cual es el plan que tiene Dios para mi y les juro que no tengo idea.  No se cual es la razón de escribir esta columna, si total, no se quien la lee.  Solo que dije:"Voy a escribir" y aquí contigo en DESDE MI PESEBRE.

Nuevamente te solicito que me ayudes a compartir estas historias con otras personas... te invito a difundir la vida de este blog.  La fe mueve montañas y a veces hay que poner una mesa de piedras feas... como siempre digo el que tenga oídos que oiga... y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE