martes, 19 de junio de 2012

Desde mi pesebre "Salir del pozo"

Quiero recordarles que estos escritos fueron publicados anteriormente; pero quiero compartirlos nuevamente para que los conozcas. Hoy los dejo con Salir del pozo.

Buenos días mi gente... otro día más Desde Mi Pesebre.  Les pido excusas porque ayer no tenia servicio de internet y es por eso que mi columna no salió como todos los días.  Hoy gracias a que hay internet gratis puedo escribir y sale la columna un poco mas tarde; pero lo importante es que salió en el día de hoy.  Estaré escribiendo acerca una de esas leyendas, cuentos o parábolas que uno escucha en la calle; pero no sabe quien fue el autor y es por eso que no le doy el reconocimiento que se merece al que un día se sentó desde su pesebre a escribir para compartir una esperanza.


El burro y el pozo

Erase una vez un burro que estaba viejo y ya no podía cargar cosas como cuando era joven.  Su dueño lo llevo al veterinario y este le dijo que era hora de dejarlo descansar.  El granjero no tenia dinero suficiente para ponerlo a dormir; así que se lo llevo para su granja para ver que hacia con el pobre animal.

Como su granja era vieja, en su propiedad tenia un pozo el cual no producía agua y había que taparlo para que nadie cayera en él. Pues pensó y dijo: "Matare dos pájaros de un tiro... lanzare al burro dentro del pozo y lo taparé".  De ese modo podía resolver dos situaciones que lo aquejaban simultáneamente.

Aunque pareciera cruel... llevo al burro a la orilla del pozo y lo lanzo. El burro comenzó a rebuznar tan fuerte que parecía llorar y pensar todo lo que había hecho para su dueño y ahora que estaba viejo lo quería enterrar y de ese modo con la acción una solución.

El granjero comenzó a lanzar tierra sobre el hoyo y esta tierra caía sobre el burro que solo se lamentaba de su situación.  Entonces el burro medito lo que le sucedía y pensó: debo buscar una  solución a esta situación en vez de seguir lamentándome por lo que sucede.

En ese momento el burro comenzó a sacudir la tierra que le caía sobre la espalda y a pisar la misma tan pronto caía al suelo. Poco a poco comenzó a amontonarse la tierra y este continuaba pisando la tierra que caía. Dejo de lamentarse y comenzó la acción. Antes de darse cuenta había construido su salida... hizo un monte y estaba a punto de salir.  A sorpresa del granjero que pensaba que estaba enterrando al burro; la verdad era que lanzando tierra estaba ayudando a salir a su víctima.

Al llegar a la cima del pozo... el burro saltó y salió corriendo obteniendo su libertad, su condena  a muerte se había convertido en su recompensa de vida. Ahora pensando un poco en nosotros,
¿cuántas veces pensamos que estamos en el fondo del pozo?, ¿cuántas veces permitimos que nos lancen tierra y nos digan que estamos derrotados? y ¿cuántas veces hacemos nuestra salida la tierra que nos tiran?

Odio explicar mis columnas y ustedes lo saben; simplemente tengo una frase que tengo que decir.  El que tenga oídos que oiga... y nos vemos mañana en otra columna mas Desde mi Pesebre.

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