Como ya les informe en el día de hoy si el Sr. Clima lo permite iré a caminar por las calles de Viejo San Juan. Pienso hacerlo de forma no tradicional... es decir que trataré de llegar hasta allá sin movilizar mi auto (suerte para mi ya que nuestro sistema de transportación integrada no es la mejor del mundo). Comenzare la travesía en el TU (tren urbano); para luego utilizar el acuaexpreso (ferry) y cuando llegue a Viejo San Juan utilizar el troley (vehículo que viaja por las calles de la ciudad).
Filosofando acerca de cuando los españoles habitaban la isla quiero caminar por las pequeñas calles de la ciudad histórica y observar que pensaban los habitantes cuando les toco vivir; pensarían que 500 años después habría alguien pisando el mismo suelo (adoquines; sin pensar que han sido cambiados mil veces) y que esto podría ser la herencia para nosotros. En nuestra isla conservamos aun los castillos amurallados de San Felipe del Morro o San Jacinto.
Caminar por el paseo de la Princesa para ver las murallas que protegían la ciudad de ataques de colonizadores, piratas o comerciantes que deseaban saquear la ciudad (aunque no voy a comentar sobre ladrón que roba a ladrón tiene mil años de perdón). Pensar que la historia habla de 7 puertas para entrar a la ciudad y que solo nos queda la herencia de una.
Imaginarnos en aquel tiempo caminando para entrar a lo que se conocía como la tierra encantada, el paraíso en el caribe o tal vez la nueva tierra. Observar como aun hay varios puntos de observación (las garitas) y ver si por fin hoy descubro cual es la garita del diablo. Imaginar esos soldados sin servicios de luz y agua en los atardeceres, noches y madrugadas en esos imponentes castillos. Toda la herencia que nos dejaron y que por ignorancia muchas veces no buscamos la historia de porque están allí.
Por ejemplo: cuando pisamos los adoquines no pensamos que esos ladrillos fueron traídos a la isla con el único fin de balancear las naves mientras llegaban a la isla. Que cuando llegaban a Puerto Rico las dejaban aquí y el peso era sustituido por el oro y especies de la isla para ser llevadas a España. Así que ese suelo que pisamos fue tal vez simplemente un objeto pesado que se convirtió en cimiento para calles del Viejo San Juan.
Nuestra lengua o idioma es la herencia de esos españoles que vinieron a hacer patria en esta islita. Imaginar el pueblo cristiano católico ya que en esa área tan pequeña del viejo San Juan existen 7 iglesias católicas. Tal vez lo que conocemos es San Jose, la Catedral y la capilla del Cristo... así que queda de ti buscar la herencia dejada y los otros 4 nombres de las otras iglesias.
Recordar el patio del Morro donde los padres vienen a volar chiringas y a correr con sus hijos. Los chorritos del Totem de Bayaja para refrescarnos del calor. Los limbers en la calle de la Rogativa, la casa mas pequeña del mundo y la Fortaleza. El area de los miles de gatos de viejo San Juan, el parque de las palomas, la historia detrás de la capilla del Cristo...
Te exhorto a traer tu cámara para que lleves recuerdos en digital para las futuras generaciones y poderles mostrar la herencia que encierra el viejo San Juan. Tal vez en un futuro ya no existan el edificio de Gonzalez Padin (donde hoy esta Marshall), la bombonera, la casa de Juan Ponce de Leon, la calle San Sebastian, la placita Colón y otros negocios como donde se creo la piña colada.
Vivir nuestra herencia y compartirla con la futuras generaciones para que no perdamos nuestra nación e historia. Te recuerdo que si tienes alguna historia para ser compartida no pierdas tiempo y envía la misma... y como siempre digo el que tenga oídos que oiga... y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.
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