martes, 3 de julio de 2012

Desde mi pesebre "El huevo, la zanahoria y el café"

Buenos días mi gente... otro día mas DESDE MI PESEBRE.  Todos los días me levanto con una idea en la mente y plasmo otra... jajajajajajaja todo tiene que ver con mi déficit de atención.  Quiero compartir con ustedes un cuento de esos que uno desconoce el autor porque alguien tomo el tiempo de desarrollar la historia; pero olvido el nombre del autor y pasa a ser un anónimo.  Por eso siempre he dicho que cuando plasmo algo aquí como no se a donde llegara pues hago la salvedad y estoy consciente que es para ustedes y para mi.  Vamos a la historia de hoy...


Erase una vez un chico que llego a su trabajo con varias frustraciones porque no entendía el porque a el simplemente le sucedían cosas malas.  Llego y con su cara le dejo saber a todos en la cocina que hoy era un día malo y que no deseaba hablar con nadie.  En la cocina del restaurante donde trabajaba el chico había un cocinero que llevaba mucho tiempo trabajando y le dijo: "Oye chico quisiera que me ayudaras hoy y te convirtieras en mi ayudante...".  El chico pensó para si pues esta bien hoy haré una tarea diferente a la que estoy acostumbrado; pero no pierdo nada ya que este cocinero es de pocas palabras y no fastidiara mi día mas.

El cocinero le dijo al chico... quiero que coloques 3 envases iguales con agua y los pongas a hervir sobre la estufa.  En el primer envase colocaras las zanahorias, en el segundo colocaras los huevos y en el tercero colocaras el café.  El joven siguió las instrucciones al pie de la letra y coloco cada uno en el agua hasta hervirles.  Después cuando comenzaron a hervir le pregunto al cocinero que hacia...

El cocinero le pregunto:  ¿echaste agua en los tres envases?. El joven contesto SÍ.  Analisemos que sucedió con cada uno de los alimentos.  Primero la zanahoria- su estado es rígido y seco antes de colocarlo en la olla; pero a medida el agua va calentando la zanahoria va poniendose cada vez mas blanda.  Segundo el huevo- Tiene un caparazón; pero dentro es blando y mientras el agua va calentando el se va poniendo duro y rígido.  Tercero el café- su estado original es duro; pero al contrario de los otros alimentos este no se transforma a duro o blando por el contrario se mezcla con el agua y transforma su ambiente a uno con aroma y color.

Fue ahí que el cocinero que no hablaba le dijo: "Estimado joven... tu tienes una situación que puede ser la misma para todos (el agua dentro de una olla); pero tu eres el que decide como afrontar la situación puedes escoger ser como la zanahoria... entrar duro y rígido; pero dejar que el agua (problema) según valla calentando te haga ser blando.

Por otro lado puedes ser como el huevo llegar con un caparazón pensando que eres fuerte y cuando llega el catalítico y se va calentando tu vas transformando tu forma de ser y terminas duro.  Tratando de que nada pueda quebrar ese caparazón que tienes; pero al final tu caparazón cede igual y tu quedas descubierto.

Y tienes la alternativa del café que no importa como la situación que te rodea se valla transformando a tu alrededor tu tienes la capacidad de mezclarte con la misma e ir transformando eso que llevas dentro de ti hasta cambiar el estado del agua (problema) e incluso ponerle color y aroma.

Estimado lector yo desconozco como es la situación que te ha tocado vivir... no se si tu agua esta fría, tibia o caliente.  Solo se que al igual que este cuento tu puedes decidir en que deseas convertirte... Siempre he dicho que el escribirte me sirve como reflexión aquí sentado y tal vez me hacia falta plasmar esta historia para decidir cual será mi futuro.

Agradezco sus comentarios y sugerencias para mis columnas que se están convirtiendo en suyas también... me han dejado saber que hay veces que dejar comentarios es bien difícil pues puedes dejarme comentarios o sugerencias a mi correo electrónico: jsesteva@gmail.com

Como siempre te digo... comparte estas historias con la gente que aprecias, con la gente que conoces y si alguien te cae mal comparte esta columna; tal vez le das la oportunidad de decidir hasta donde quiere llegar.  El que tenga oídos que oiga.... y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.

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