sábado, 29 de diciembre de 2012

Desde Mi Pesebre "¿Por qué necesito el mar?

Buenos días mi gente; otro día más DESDE MI PESEBRE.  Después del día de ayer he recibido muchos comentarios de ustedes mis amigos lectores.  Espero que hayan disfrutado de la lectura de ayer; al igual que yo me divertí mucho escribiéndola para ustedes.  Me di cuenta que muchos de nosotros no leemos el total, antes de sacar conclusiones (me incluyo).   Hoy quiero hablar con ustedes un tema que me sugirió cuando una amiga que lee muchos las columnas y todos los días me deja un comentario dejo algo que no tenia que ver con el escrito; por eso quiero conversar de la forma que lo hacemos aquí... ¿Por qué necesito el mar?


Hoy es de las columnas que voy a escribir con un cuento para tratar de suavizar un tema que creo que es bien serio.  Les pido que recuerden que la intención de hablarlo aquí es para que busquemos soluciones que solo nuestro interior tiene (como les digo a mis estudiantes "No hay decisiones incorrectas; todas son correctas al momento de tomarlas) así que espero no herir sensibilidades y espero yo no salir lastimado.  Así comienza o aquí termina el relato que voy a narrar ¿Por qué necesito el mar?

Erase una vez dos estudiantes universitarios los cuales se conocieron por casualidad o causalidad de la vida académica.  Uno de estos jóvenes era de la costa y se había criado toda la vida de la pesca.  Vivía en un pueblo del mar y era por esta razón que en todas sus conversaciones incluía el mismo.  Por otro lado el compañero de cuarto era de una provincia la cual era del centro del país.  Jamas había visto el mar.  Lo irónico de toda esta historia es que el joven de la montaña vivía de la pesca también; pero de río (los mejores salmones eran pescados allí).

Las conversaciones de estos dos jóvenes siempre giraban en cuanto a la grandeza de vivir cerca del mar o de la magnitud de vivir a las orillas del río.  Imaginen la comparación; uno hablaba de vivir en la costa y el otro de la felicidad de vivir en la montaña.  La mesa de estudios muchas veces se convertía en un debate de que cuerpo de agua era más importante.  Fue así que decidieron para las vacaciones de navidad ir una semana a la costa e ir una semana a la montaña...

Se hizo un sorteo y la primera semana toco ir al mar...  aquí les narro lo que sucedió de forma corta y tratando de no aburrirles.   Cuando llegaron a la costa el joven costero dijo: "Eso que ves de azul es el mar... observa que tiene comienzo; pero no tiene final".  Eso nos da vida y siempre nos mantiene con el sonido de las olas... vivir en la costa da alegría, da esperanzas y da vida.  Comieron pescado, cocos y otros productos que ofrece el mar.  Que rica es la vida de la costa... el que no ha visto el mar no tiene idea de que se siente... llegar a casa y escuchar el sonido de las olas, sentir el olor a sal y vivir preocupados que mañana no llueva porque los peces se alejan de la costa.  Esa semana fue una de aprendizaje para el joven de la montaña...

La otra semana llegó... y ahora era tiempo de subir a la montaña.   En este caso... el joven de la montaña presento a su familia, su hogar, las costumbres y las comidas.  Narró la importancia del río que es llevar vida donde no la hay... y de después de navegar cientos de kilómetros va a morir en algo que se llama mar.  Sin embargo el mar en vez de pelear con quien es mejor les regresa unos peces llamados Salmón... (que irónicamente nacen en el río, viven en el mar y regresan a reproducirse y a morir donde nacieron).  El joven de la montaña miro al joven costero y le dijo: ¿Por qué necesito el mar?

Ahora voy a aterrizar el avión del cuento... Gente no tengo ideas ¿por qué me hace tanta falta cosas que no tengo o no sé ni que existen?  ¿A alguno de nosotros nos hace falta ver la figura de Buda todas las mañanas? La respuesta es NO.  Aquí en Puerto Rico ¿nos hace falta botas de nieve? No, pero vemos a las chicas en los Centros Comerciales con las botas peludas.   Entonces quiere decir que lo que desconocemos o por mas lindo que otras personas lo pinten... de verdad no nos hace falta para vivir.

Me refiero a que a veces me preguntaba ¿por que Dios no ha dejado que tenga hijos?  Oye y estoy tratando de digerir la contestación; pero no me hace falta algo que no he tenido jamas.  Yo disfruto de lo bonito de la niñez de los hijos de mis amigos... los veo crecer, juego con ellos, les enseño cosas buenas y travesuras... por otro lado no tengo que preocuparme de que van a comer, de cuando se enferman o de cuando ejecutan alguna maldad o travesura (de las que yo les enseñe).  Entonces escribiendo es la única forma de convencerme que NO ME HACE FALTA LO QUE NO HE TENIDO O NO CONOZCO.

Al igual que la historia de hoy... lo que para uno era lo más grande; para el otro era lo menos importante.  Voy a dejar de cuestionarme ¿por qué existen madres que matan a sus hijos?, ¿por qué hay gente con hijos que no merece tenerlos?, ¿por qué hay gente buena sin hijos? y mil preguntas más...

Aprenderé en el 2013 o trataré de comprender que hay gente que no tiene hijos,porque no es el Plan de Dios... sin embargo la ventaja que tenemos es que podemos disfrutar los hijos de los demás.  Oigan y crean por fe los que le voy a decir:  "Se siente súper cuando un ahijado, sobrino, hijo de un amigo te dice GRACIAS por SER EL MEJOR TIO/PADRINO/AMIGO de mis papas".  ¿Por qué necesito el mar?

Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.

1 comentario:

  1. ¿Para qué es "comentar como". Y cuál hay que señalar.

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