jueves, 1 de noviembre de 2012

Desde Mi Pesebre "Regla de Oro"

Buenos días mi gente... otro día mas DESDE MI PESEBRE.  Nuevamente con mi taza de café negro y observando el amanecer como diría mi maestro de 10mo grado... recordar es vivir y tocar nuestras raíces es volver a tomar el control de la vida.  Muchas veces en la vida no sabemos por que las cosas se tornan difíciles y complicadas... quiero compartir con ustedes a ver si me dejo influenciar mientras escribo y es por esto hablaremos de la REGLA DE ORO.

Si que grandes palabras son esas... una regla de oro.  Mirar el pasado es saber de donde venimos; pero vivir en el pasado es un ancla que no deja que nuestra barca avance.  Hoy me levante con la interrogante de que era lo que estaba deteniendo mi camino y por que no estaba avanzando.  Pensé varias cosas tales como:  "si haces lo mismo todos los días no puedes pensar que los resultados sean diferentes...", "si no sueltas el pasado; con que manos vas a agarrar el futuro" y "mirar hacia atrás no permite que observes la vida que tienes adelante".  Entonces medité ¿cual seria la regla de oro?

Pues quiero compartir con ustedes mis abuelitos pasaron 50 años de casados, tuvieron 8 hijos y ambos murieron ya.  ¿Que mantuvo esa vida por tantos años juntos? Mi abuelo de 99 años murió debido a que su condición de Alzheimer y una caída.  Si no hubiese pasado esta situación tal vez estuviese vivo.  ¿Cual era la regla de oro?

Mis abuelos no eran los mas católicos o los mas religiosos; pero si seguían la regla de oro.  Oye pero tanto mencionar la regla y no decir ¿cual es?  Creo que es hora de recordar la regla que hacia que la gente duraran mucho tiempo, que sus familias fuesen grandes y que podían vivir a pesar que la economía estaba peor o igual a este tiempo.  La guerra estaba en su punto... el trabajo era difícil y alimentar a tu familia era casi imposible.  La regla de oro.

La regla de oro es simple:  DIOS, FAMILIA y TRABAJO.  Si que sencilla es la regla... pero hoy en día debido a nuestro estilo de vida olvidamos esta sencilla regla.  Dios primero que todo... sin el nada.  Ese cuento de que las familias cenaban juntos y antes de comer la oración dando gracias a Dios.  Recuerdo que la gente decía: Si DIOS quiere...   Que DIOS te bendiga...   Que DIOS te acompañe... La regla de oro.

DIOS ¿que padre abandona a su hijo querido?  ¿Por que escribe derecho en palabras torcidas?  ¿Por que nos escondemos de quien lo ve todo?  El lo sabe todo, el es todo y es amor...  Cabe en cualquier espacio y jamas nos abandona...  Deja que DIOS entre en tu vida... dice un refrán que lo mas triste que tiene un ateo es que en sus momentos difíciles no tiene donde recostar su situación.

La FAMILIA era lo principal... todos teníamos esa obligación de saludar con la bendición a nuestros tíos, abuelos, dolientes y parientes.  Hoy en día debido a la tecnología tenemos que prácticamente obligar a nuestros hijos a saludar.  Decía Santo Domingo de Guzman que el ejemplo habla tan fuerte que no deja que nuestras palabras se escuchen.  Entonces hoy comencemos a saludar a nuestra familia con besos, abrazos y echando la bendición.  Si tenemos que obligar a nuestros hijos a llamar a sus abuelos pues HAGAMOSLO... sigamos la regla de oro.

El TRABAJO... hoy en día se que es una palabra mágica casi... a pesar que las encuestas y los estudios dicen que esta bajando aun hay mucha gente sin trabajo.  Wow somos muchos los afectados por la falta de trabajo.   Estar súper preparado es malo; pero estar sin preparación es peor...  Los que tienen experiencia no son contratados porque saben mucho; pero los que no tienen experiencia tampoco son contratados porque no saben como hacer el trabajo.  IRONIAS de la vida.  Entonces vamos al primer punto de la regla de oro... DIOS.  Tratemos de recordar el pastor que dejo a sus 99 ovejas y fue por esa que estaba en el aprisco.  Nuestro padre no nos abandona... la regla de oro.

No te estoy pidiendo que no te preocupes... te estoy indicando que te ocupes.  Usa la regla de oro... DIOS, FAMILIA Y TRABAJO.  Gente si pudiese dejarte saber que yo también he perdido la esperanza lo haría; pero hay que tener FE.  Levantar el ancla del barco de la vida y movernos...

El que tenga oídos que oiga... y nos vemos mañana si DIOS lo permite DESDE MI PESEBRE.

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