Recuerdo que el otro día observaba a un pequeño que apenas podía caminar; estimo yo que tendría alrededor de 2 años. Lo interesante de esto es que había lloviznado y habían par de charcos de agua en la acera frente a donde yo estaba sentado. El instinto natural del ser humano es pararse frente al charco de agua y sin pensarlo el individuo salta...
Me daba mucha risa porque el pequeño se regocijaba cada vez que hacia su maniobra para escaparse a los brazos de su padre y llegar hasta donde estaba el pequeño charco de agua y una otra vez sin encomendarse a nada ni a nadie el chiquillo lo único que deseaba era satisfacer ese deseo y su sonrisa se plasmaba cada vez que su mente le decía a su cuerpo salta...
Puedo decir que los padres eran primerizos porque después que el pequeño saltó su madre le cambio toda la ropa; pero al menor despiste el salía corriendo hacia el charco. Era una satisfacción ver al chiquillo saltando y viendo como el agua brincaba con su impacto. Todos los que estábamos allí reímos como algo contagioso que el cuerpo nos pedía... era un secreto a voces que pasaba por todos nuestros oídos y lo único que repetía era salta...
Luego de ver el espectáculo dispuse a bajar caminando por la acera y me tope con unos adolescentes corriendo "skate" o patineta. Para mi sorpresa todos, no se quedaba ni uno se empeñaban en dar brincos por las escaleras, las esquinas, los pasa manos era como si la palabra secreta del día era salta...
Entonces al ver la felicidad reflejada nuevamente me surgió la pregunta ¿donde deje mi deseo de saltar? Si veo que es algo instintivo, algo que genera alegría, algo que es sumamente satisfactorio y que puedo incluso pensar que es una necesidad del ser humano... ¿quien me robo ese deseo? Les juro que mi deseo fue buscar un charco de agua y todo mi ser decía: SALTA...
¿Por que tememos cuando vamos a comenzar algo nuevo? Si el ser humano esta diseñado para saltar... oigan lo vivi en el día de hoy. La felicidad del niño, la aventura del adolescente y yo como adulto con un freno puesto peleando con mi instinto. No sé en que momento me robaron el deseo de ser libre... total ¿que puede pasar? Que me moje, que me caiga o simplemente me lastime... entonces fue que vi el charco de agua y dije: SALTA...
Los retos en la vida son un simple salta, entonces porque no tomamos control de lo que nos hace felices. Dios nos puso ese deseo para que lo usáramos; pero la edad nos va controlando esa necesidad. Un negocio nuevo esta girando en mi cabeza; pero ¿que evita que lo haga? NADA... oigan debo hacer el gesto y sin encomendarme a nada hacer lo que mi instinto me dice: SALTA...
Por eso si alguno de mis columnas te ha interesado y te gustaria escucharme ofreciendo una charla pues me encantaria ofrecer charlas de motivación en tu empresa, tu iglesia o tu comunidad... vivir simplemente de enseñar a otro a como lograr sus metas, a ser libres, a buscar la forma de ser feliz. Es por esto que te recuerdo que soy motivador y si te interesa que visite a tu grupo puedes contactarme a mi correo electrónico jsesteva@gmail.com HOY DECIDI TOMAR EL CONTROL DE MI VIDA Y ES POR ESO QUE ESTOY ESCUCHANDO LA VOZ QUE DICE SALTA...
Pues para terminar... me acerco al charco. Miro a un lado y al otro... ¿y saben que hice?
El que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.
De niña hacía voltaretas "cartwheels" pero según voy envejeciendo las rodillas me obligan a quedarme observando a otros. Pero me ha recordado que puedo saltar en otro sentido, gracias.
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