Buenos días mi gente; otro día mas DESDE MI PESEBRE. Aquí me encuentro con mi taza de café negro como todas las mañanas. Si ustedes me preguntan no soy adicto a esta bebida; pero que mucho efecto tiene en mi en cuanto a conversar con ustedes. Estoy claro que tal vez nuestras lecturas y vivencias matutinas no cambian al mundo; pero si hacen efecto en ti o en mi ya mi mundo cambio. Esto me trae el tema de hoy... un amigo estuvo de misión en Santo Domingo y esto fue lo que aprendió hay que trabajáh.
Me dice este amigo que estuvo haciendo misiones con su grupo de la iglesia en la hermana República Dominicana. Entonces estuvo en un pueblecito que incluso el nombre jamas lo había escuchado y cuando trato de explicarme donde estaba le fue difícil localizar el pueblecito. Lo que si recuerda es que después que bajo del avión viajo casi 3 horas en una motoneta y como 2 horas caminando. Fue en ese momento que me miro y me dijo: que poco podemos hacer en ese lugar de necesidad... hay que trabajáh.
El día que prepararon alimento me indica que la fila para un plato de arroz era fácil de una milla de personas para un plato de comida. Entonces como su intención era evangelizar o llevar la palabra de Dios decidieron dividir la fila entre hombres, mujeres, adolescentes y niños. De este modo podían segmentar el mensaje el cual querían llevar. Pues aquí comienza la historia del tema de hoy... a mi amigo le toco trabajar con los pequeños. Para poder explicar que era Dios pregunto ¿que es lo mas que disfrutan hacer? todos contestaron unísono TRABAJÁH.
La cara de mi amigo valía un millón de dólares entonces cambio su pregunta... ¿que les divierte? todos contestaron TRABAJAH. Imaginen ustedes a 100 niños entre las edades de 3 a 5 años los cuales se levantan a las 4am para ir al pueblo mas cercano a limpiar zapatos, barrer entradas, vender periódicos o simplemente pregonar que tal negocio esta abierto. Wow su realidad es que su única diversión era Trabajáh.
Cientos de pequeñines que son creados o fabricados para producir dinero. Lo interesante es que muchos de ellos jamas disfrutan el dinero que producen ya que sus padres lo usan para la familia y esto es un ingreso que entra. Por otro lado existe abuso cuando el dinero es para comprar bebidas u otros usos que no caben mencionar. Lo interesante es que cuando hicieron la oración y las peticiones todos pedían mas trabajo porque deseaban Trabajáh.
Evangelizar en un país el cual la pobreza es extrema... no zapatos, no diversión, no escuela y por ende no educación. Sin embargo la programación que se le da a los mas pequeños es que la vida es trabajar y buscar dinero para vivir. Entonces cuando botamos comida, ropa o dejamos de orar a Dios estaremos olvidando el verdadero sentido de la vida y tal vez es trabajáh.
Hoy quiero que des gracias a Dios por las cosas que tienes y muchas veces no le das importancia. Recuerda que ese trabajo que te causa estrés, te pone enojos y te causa frustración es tal vez la razón de vida de ese pueblecito en la hermana República Dominicana. No quiero justificar la injusticia que se esta cometiendo o el abuso; pero si quiero que visualices a los pequeños que solo quieren trabajáh.
Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.
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