domingo, 13 de mayo de 2012

"Tal vez no a todas; pero a esta sí" #6

Este escrito originalmente fue publicado en el 2012; pero por su mensaje creo que debo volverle a publicar.  Buenos días mi gente... otro día más escribiendo desde mi pesebre. Este blog se ha convertido en aquel cavernícola o aquel indio taíno que escribió en la piedra por escribir y dejar un mensaje.  

Como dice un libro llamado "El canto del pájaro" de Anthony de Mello: "El pájaro no canta porque tenga que decir una afirmación o lo tenga que hacer. Canta, porque tiene un canto que expresar".  Agradezco la gentileza de las personas que sacan un tiempo para leer y comentar  ya que mi escritura no esta siendo olvidada en una pared si no que hay gente que la esta guardando en la suya.

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Erase una vez después de un huracán. Un reportero se detuvo en la orilla de la playa para hacer su trabajo en vivo y observo miles de estrellas de mar, varadas en la orilla a consecuencia de la alta marea y comentó que nadie podría salvarlas. En eso cuando el camarógrafo comenzó a hacer la toma vio un pequeño en la distancia que se bajaba, recogía algo y lo lanzaba al mar.


El reportero astuto al fin decidió ir donde a el chico para preguntarle: ¿qué hacia y que pensaba sobre lo que ahí estaba ocurriendo?  Al llegar le comento: Oye pequeño ves que injusta la vida, estas criaturitas no tienen la culpa de que el huracán haya atacado la isla; pero ahora están pagando las consecuencias de que el sol las mate. ¿Crees tu que alguien pueda cambiar el futuro de estas miles de estrellitas?  El niño continuaba bajandose, recogiendo estrellas y lanzándoles al mar.  El reportero insistió  Estas rescatando estrellas de mar creo que te vas a tardar por lo menos 2 semanas... (acto seguido hizo una risa burlona). ¿Crees qué puedes salvarlas a todas? El pequeño lo miro fijamente a los ojos y le dijo: A todas no; pero a esta SÍ.



¿Cuantas veces creemos que nadie nos esta haciendo caso? Haz pensado las veces que hemos gritado y nadie noes escucha. La vida enseña de forma sencilla, que siempre que puedas, te bajes, recojas y lances una estrella al mar.  

El que tenga oídos que oiga.  Nos vemos mañana Desde mi pesebre... 

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