jueves, 17 de octubre de 2013

Desde Mi Pesebre "Él te amaba"

Buenos días mi gente; otro día mas DESDE MI PESEBRE.  Taza de café negro de mano y listo para conversar con ustedes mis amigos cibernéticos.  Hoy me gustaría traer a tema algo que comento un amigo que es pastor en una iglesia.  Este sé que lee la columna porque me lo ha comentado; pero hoy el no tiene idea de es responsable del tema. Muchas veces pensamos que Dios se ha olvidado de nosotros; pero antes de que nacieras Él te amaba.

Desde el momento que tu primera célula comenzó a dividirse para crear una criatura Dios te conocía, te amaba y sabia de ti.  Entonces tus padres no sabían que tu estabas comenzando a desarrollarte dentro del vientre; pero en ese momento o instante ya te conocía.  El Amor ya sabia que tu venias en camino y conocía el pasado, el presente y el futuro.  No sé si tus padres fueron o son los mejores; pero si puedo decirte que viniste a este mundo.  No entenderemos la razón por la cual vinimos y hoy estamos leyendo esta columna; pero que lección tan grande saber que cuando aun eras un pensamiento ya Él te amaba.

¿Cuantas veces nos preocupamos por cosas que ya están en solución en le tiempo de Dios?  Nosotros como seres humanos dudamos y no cabe en nuestro sentido común la grandeza de nuestro Creador.  Como decía San Agustin que entender la divinidad de Dios es como pretender meter el océano en un hoyo que hacemos en la arena.  Esto es un ejemplo de que ya Él te amaba.

Hoy quiero que entiendas el tiempo de Dios es perfecto y esta fuera del entendimiento humano; por ende tenemos que tener fe y confiar.  Nuestro padre no te desampara.  Sin embargo como tenemos limitaciones pensamos que todo tiene que ser en nuestro tiempo y no respetamos el plan divino.  Oigan se que todos tenemos libre albedrío; pero existes ya que desde siempre Él te amaba.


Yo soy el primero que dudo siempre; pero hoy en nuestra conversación estoy plasmando que tengamos o tengo que tener fe (confiar en que todo saldrá bien).  También establezco no escribo para que mi amigo el pastor lo diga desde su púlpito a sus feligreses; porque tal vez hoy el no lea DESDE MI PESEBRE.  Mientras converso con ustedes por encima de mi hombro (por decirlo de una forma visual)  el creador me dejo decirte que Él te amaba.

Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.

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