Buenos días mi gente; otro día mas DESDE MI PESEBRE. Hoy estoy con la taza de café negro en mano y listo para comenzar a dialogar con ustedes... Hay tiempos en que uno se levanta desanimado y no desea transmitir ese sentimiento a sus amigos y hay otros días que estas tan ocupado que no sacas tiempo para disfrutar tu café y conversar con buenos amigos. Es por esto que en el día de hoy quiero hablarles de una peseta.
El cuento que traigo hoy a nuestra columna hoy creo que es tomado de un libro llamado Una taza de Chocolate para el Alma (versión angloamericana de DESDE MI PESEBRE). Pues para no robarles su tiempo; la historia narra que un caballero fue a Las Vegas, Nevada a buscar su suerte ya que por falta de empleo no tenia dinero para pagar su casa y mantener a su familia. Entonces hizo unos desajustes y el pago de la casa lo jugo en una apuesta... hay un refrán que dice: "El que juega por necesidad pierde por obligación". Desesperado por haber perdido todo lo que tenia en efectivo decidió regresar a su casa para explicarle a su esposa el error que había cometido. Después de llorar varios minutos y antes de llamar a casa; decidió ir al baño para lavar su rostro. Al llegar a la puerta del baño se dio cuenta que para entrar necesitaba una peseta.
No sabia que hacer ya que no tenia nada y continuo llorando... en eso se acerco un caballero y pensando que estaba pidiendo limosna se metió la mano al bolsillo y le obsequio una moneda. Nuestro protagonista se dirigió al baño y cuando estaba a punto de poner la moneda en la puerta. Salió alguien y aguantó la puerta y le dijo: ADELANTE. Pues como era parte del plan... nuestro amigo lavo su cara se paro frente al espejo y decidió buscar su celular para llamar a su esposa con la terrible noticia. Aun no sabia como daría la noticia a su amada; al meter la mano en su bolsillo para buscar el teléfono toco la moneda y recordó que tenia una peseta.
Salió del baño con el teléfono en una mano y la ultima peseta en la otra... justo antes de llamar vio una maquina "traga monedas"; tomo su capital y lo jugo en la maquina. Presiono el botón de la maquina y comenzó a marcar el número de su casa para hablar con su esposa. De repente la maquina comenzó a sonar, la luz encendió, del techo comenzó a caer confeti y se acercaron varios individuos del casino. Mientras la esposa estaba en linea pudo escuchar como el marido se acababa de ganar el GRAN PREMIO; aproximadamente 10 millones de dólares. Pensar que fue gracias a una peseta.
Un reportero le pidió que narrara la historia y le pregunto: ¿Que haría si encontrara a la persona que le regalo la moneda? Nuestro protagonista le dijo: Le diría gracias. Entonces el reportero lo miro confuso y le reclamo: ¿por que eres tan insensible?. El protagonista dijo sin embargo: si encuentro al que me aguanto la puerta del baño y me dejo entrar le obsequiaría la mitad del premio. El reportero entonces lo miro y le dijo: "pero el no te dio la moneda". Nuestro protagonista contesto: TAMPOCO ME DEJO LA PUERTA ABIERTA PARA QUE YO ENTRARA.
Hoy quiero compartir contigo esta enseñanza que muchas veces nos sucede en la vida... nos matamos por buscar dinero; cuando en realidad lo que necesitamos es alguien que nos deje la puerta abierta. Te escribo esto porque muchas veces no tenemos el dinero para ayudar al necesitado; pero tal vez podemos ser los mejores abridores de puertas para otras personas. Tal vez tu eres la persona que me puede abrir la puerta; sin embargo te estas fijando en como obsequiarme el dinero. No te desenfoques en la vida... todo tiene más valor que una peseta.
Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.
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