¿Es hora de que yo canté también?

Buenos días mi gente; otro día más Desde Mi Pesebre. Como ustedes saben este es nuestro rincón secreto donde compartimos y dialogamos situaciones que vemos, experimentamos e incluso vivimos. Hay momentos que pienso para que estoy dejando estas historias si tal vez sea solamente nuestro rincón; pero después recuerdo que cuando compartimos la carga se hace liviana y por eso quisiera hacer la pregunta ¿es hora de que yo cante también?

¿Quien no recuerda el famoso Lamento Borincano, de nuestro cantante-compositor Rafael Hernández? Pues me hizo pensar que seguimos arrastrando en nuestra sangre la actitud y personalidad del Jíbaro.  Jamás criticaría esta canción porque es un himno, una añoranza y un recordatorio de la situacion del pasado; pero es hora que usemos el pasado para crear una base fuerte y solida del futuro... por eso les invito a cada uno a preguntarse ¿es hora de que yo cante también?

Es ahora el momento que Borinquen nos necesita... creanme que sé lo que es salir con mi cargamento para la ciudad, entiendo lo que es pensar que se va a vender todo y voy a poder comprar algo para mi viejita. Sin embargo la situación económica y las presiones del diario vivir hacen que todo sea difícil. Sin embargo creo que es el momento de continuar y todos hacernos la pregunta ¿es hora de que yo cante también?

Cuando todo este en nuestra contra y las cosas estén difícil recordemos que somos de la tierra del Edén, la que al cantar el gran Gautier llamo la perla de los mares...; pero al llegar a su casa desmontaba la carga y se preparaba para el otro día porque la patria se hace poniendo nuestro grano de arena y trabajando día a día. Es hora de no solo hacerme la pregunta; es hora de que cantemos también.

La única forma de limpiar el país es comenzando por nuestro balcón. Visita la plaza del mercado, busca la forma de apoyar las cosas que se hacen aquí, haz turismo interno porque vivimos donde los demás vienen a vacacionar y lo mas importante... dejemos el Lamento Borincano y comencemos a cantar también.

Como siempre digo el que tenga oídos que oiga; y nos vemos mañana si Dios quiere DESDE MI PESEBRE.