sábado, 26 de septiembre de 2015

y mientras; espero.

Buenos días mi gente; otro día más DESDE MI PESEBRE. Lo bueno de nuestro lugar secreto es que no importa si compartes la lectura o conversación desde el primer escrito o si hoy comienzas por primera vez. Nuevamente te invito a leer las conversaciones privadas que tenemos en nuestro blog... y para comenzar ya saben con mi taza de café negro y listo para nuestro viaje. Hoy quiero compartir contigo mi experiencia en un hospital por eso los dejo con... y mientras; espero.

Todos los que han experimentado esta experiencia saben lo frustrante que es llegar con un dolor, malestar o incomodidad a una sala de espera de un Hospital. Pues muchas sillas, personas convaleciendo, el loco que esta habla y habla, la señora con su hijo enfermo, tu loco por salir de este lugar; pero sabes que tienes que quedarte porque tu condición no mejorara a menos que te quedes a ser curado. Entonces deseas mirar el televisor, pensar en otras cosas, salir a ver quien llega y quien sale. En la pequeña oficina esta la secretaria disfrutando como todos esperan... la enfermera de vez en cuando llamando a los pacientes para tomar sus vitales todo esto ocurre en lo que te encuentras en esta sala de emergencias y mientras; espero.

Tu dolor o malestar se agudiza; pero sabes que junto a ti hay personas con el mismo dolor o peor que el tuyo. Decides mirar, observar e incluso buscas la manera de que esa espera que desespera pase. De repente las horas del reloj deciden detenerse y tu tiempo se hace eterno. Cuando piensas que vas a ser llamado llega otra persona con una condición más delicada que la tuya y ves como la pasan antes que tu. Sin embargo sabes que todo instante es importante para la experiencia de estar en una sala de emergencias. De repente cuando pierdes toda esperanza tu nombre suena por la bocina te emocionas y es para llenar los papeles y pagar tu estadía. Todo esto ocurre en unos segundos y mientras; espero.

Llenan tu información en la oficina y cuando piensas que todo va a pasar entonces sucede que tienes que esperar a ser llamado por la enfermera. Otro rato más en la sala de emergencias, viendo el que llega y el que sale. Los programas que se transmiten son los menos interesantes; pero si por el contrario son interesantes jamas lograras escuchar la TV. Te llaman al "triage", lugar donde te toman los vitales, y ya sabes pensar que vas a ser atendido; JAMAS, todo ocurre y mientras; espero.

Por fin te llaman para ser atendido, el medico esta doblando turno y esta cansado de atender personas. Te pregunta ¿que tienes?, ¿por qué viniste? y ¿como te sientes? A pesar que si tu supieras la contestación a alguna de esas preguntas no estarías aquí... pero tratas de explicar el concepto de tu molestia o dolor. Entonces el doctor decide observarte, hacer laboratorios y estudios; pasa tu "record" a la enfermera y de ahi pasas al momento de y mientras; espero.

Llego el momento esperado... te ponen un suero para mantener tu vena abierta. Te sacan mil quinientos tubitos de sangre, te dan un vaso para la orina y tal vez un poco de lo otro. Te sientan en una butaca o te acuestan en una cama y todo comienza nuevamente... esperar en otro lugar; pero sin televisor, sin poder salir y encerrado con otras personas que están padeciendo igual que tu. Si pensabas que el reloj estaba detenido en la sala de emergencias; aquí te darás cuenta que no existe el concepto tiempo. Ahora comienzas a esperar que esas gotitas que salen del suero bajen o que los resultados de tus laboratorios lleguen, que alguien te diga que tienes  y mientras; espero.

Sin embargo miro las personas que están solas, los padres sufriendo la enfermedad de sus hijos, los viejitos desorientados y todos unidos por la enfermedad o el dolor en este salón. Viene a mi mente los grandes pensamientos que dicen: Para que exista paz tiene que haber guerra... para disfrutar el día tienes que experimentar la oscuridad de la noche o simplemente para saber que es la sanidad, tienes que probar la enfermedad. Busquemos la oportunidad de aprender de cada lección que nos da la vida y en vez de mirar lo malo a todo. Hoy piensa en todos los que están enfermos y que viven bajo una condición de enfermedad y eleva una oración por su sanción y mientras; espero.

Dejaré mi experiencia aquí porque sé que todos han experimentado lo que hoy converso con ustedes... pidamos por los que están enfermos y si eres uno de los que esta sin sanidad; ofrece a Dios tu sufrimiento y dígale que se HAGA SU VOLUNTAD... Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.


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