Buenos días mi gente otro día mas desde mi pesebre. Poco a poco mi columna va llegando hasta donde tiene que llegar. No se como llega o a cuantas personas; pero como le explique anteriormente escribo porque deseo compartir con el mundo historias, anécdotas, cuentos, fábulas y enseñanzas de forma corta y concisa. En la vida hay veces que decimos cosas o hacemos cosas sin saber las realidades del otro y de eso trata mi escrito hoy.
Erase una vez y dos son tres en un hospital había dos pacientes convaleciendo en un cuarto. Uno de ellos tenia su cama cerca de la puerta del pasillo y el otro la tenia al lado de una ventana. Los que han visitado un hospital la cama cerca de la puerta la identifican como la cama A y la cama mas cerca de la ventana la identifican como la cama B.
En la cama A estaba este paciente que tenia una condición la cual no se podía mover y en la cama B estaba su compañero que padecía de una enfermedad terminal. Un día entre esas horas largas que se pasan en el hospital el paciente B comenzó a describir todo lo que veía atravez de su ventana. Hablaba de un parque el cual tenia un lago, juegos para los niños y altos arboles. Se tomaba el tiempo para describir una y cada cosa con detalle. Cuentan que el le ponía nombre a las personas, a las mascotas y a los arboles los cuales podía ver atravez de su ventana.
El paciente de la cama A al principio le pidió que mirara el parque en silencio y que no contara nada de lo que allí sucedía ya que en su soledad odiaba las historias de mundo atravez de la ventana. Con el transcurrir del tiempo la historia detrás de la ventana se hacia interesante. Incluso le daba un poco de envidia al de la cama A ya que deseaba conocer a esos personajes los cuales describía con tanta fluencia el paciente de la cama B. Incluso un día hablo con la enfermera que el solicitaba tener la cama cerca de la ventana porque ya se estaba recuperando y el paciente terminal lo único que le quedaba era esperar la muerte.
Para hacer la historia larga corta... les cuento que el paciente de la cama B comenzó a tener eventos mas serios en su condición y que había veces que no podía narrar lo que veía atravez de su ventana. Situación que molestaba de forma inexplicable al paciente de la cama cerca de la puerta. Una noche el paciente de la cama B comenzó a ponerse mal... empezó a hacer ese viaje que a todos nos toca (en español se comenzó a morir). El paciente que estaba en la cama cerca de la puerta incluso se alegraba porque esta era su oportunidad para ser cambiado a la cama cerca de la ventana. Incluso cuando llego el momento de morir el paciente con la enfermedad terminal lo primero que salió de su boca fue ahora pueden colocarme en la cama cerca de la ventana.
El gran día llego y al paciente de la cama A lo colocaron frente a la ventana; pero para su sorpresa la ventana solo daba vista hacia una pared blanca. El parque nunca existió y menos las personas que transitaban y las historias que se contaban.
Muchas veces estamos pendientes a la ventana del vecino y hasta nos cuestionamos porque a mi me toca cerca de la puerta. Quiero que en el día de hoy agradezcas el lugar donde estas porque estas bajo el plan de Dios. El que tenga oídos que oiga y esto ha sido desde mi pesebre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario