Erase una vez y dos son tres... un joven el cual estaba preocupado con varios asuntos en su vida. Entonces decidió caminar en un bosque que había cerca de la casa; porque sabe que la naturaleza es sabia y muchas veces solo hay que escuchar lo que tiene que decir. Comenzó a caminar sin rumbo y sin saberlo se adentraba más y más. Hasta que de repente se dio cuenta que estaba perdido.
En ese momento se asusto y comenzó a correr buscando una salida; pero lo que hacia era perdiéndose más y más... Cuando comprendió que estaba perdido se sentó en una piedra a llorar, de repente a la distancia vio un viejo el cual caminaba por el bosque. El joven se levantó y fue corriendo hasta el viejo para preguntarle ¿sabe usted donde esta la salida? El viejo lo miró y le dijo que llevaba 35 años perdido en el bosque. Incluso le comentó que este había entrado a buscar una contestación y se perdió.
El joven lo miró y le dijo: No me servirá de nada porque NO tiene una respuesta para mi pregunta ¿como he de salir del bosque? De ese modo el joven se alejó y continuó caminando para buscar una salida. Sin embargo el viejo pensó para sí, el joven debió preguntarme como salir porque yo tengo 35 años de contestaciones de como NO salir, se hubiese ahorrado ese tiempo y sabría donde no buscar si me hubiese preguntado.
Por eso amigo lector la sabiduría no se aprende leyendo de un libro... se gana con el tiempo. Hoy quiero que entiendas que la palabra NO hay veces que te evitará cometer el error de otra persona. Es el momento de cambiar nuestro punto de vista y por eso te recomiendo que siempre mira el otro lado.
Como siempre digo el que tenga oídos que oiga, y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario