jueves, 18 de junio de 2015

El colmadito


Colmado en Camuy

Buenos días mi gente; otro día más DESDE MI PESEBRE. Hoy quisiera conversar sobre un asunto del pasado y que entiendo ha ido transformando nuestra forma de ser como pueblo. Preparé mi taza de café negro como siempre y listo para dialogar con ustedes las personas que han descubierto lo que es este rincón de análisis, entretenimiento y dejando una huella para lograr un cambio. Por este motivo quisiera traerlos a lo que en el pasado fue el colmadito.


Recuerdo que cuando era pequeño en todos los barrios, urbanizaciones y sectores existía una casa o negocio pequeño en el cual se vendían artículos de primera necesidad. Incluso se convertía en un lugar donde los vecinos se veían, se saludaban y hasta compartían un rato. En ese tiempo la venta de cigarrillos era mayor y en todos estos negocios reciclaban el cartón para apuntar las deudas de los vecinos porque se podía coger a plazos o el famoso fiao en el colmadito.


Como era un negocio ubicado en el mismo sector la gente acostumbraba comprar los artículos de primera necesidad con o sin dinero. La frase que más se escuchaba era Don Tito (refiriéndose al dueño) apúntame esto (los productos) que cuando llegue el cheque le pago a final del mes. Entonces cuando llegaba el chequecito o los cupones la gente iba al Supermercado hacia la compra y si sobraba dinero pasaban para pagar la deuda al colmadito.

Entonces el pequeño negocio se convertía en una especie de prestamista; pero sin ningún beneficio de cobro de intereses. Incluso el pobre dueño tenía que absorber la deuda de sus clientes para poder continuar comprando mercancía para mantener su establecimiento lleno. Me imagino que para poder soportar esta espera del pago entonces aumentaba los precios de sus productos; porque si cobraba intereses por el fiao la gente se enojaba. De este modo sobrevivía el colmadito.


Como dice el refrán: Lo que no evoluciona se muere... y ese pequeño local se iba transformando en una barra; porque las bebidas alcohólicas y los cigarrillos no se fían. Los vicios tienen que pagarse al momento porque para diversión siempre hay dinero. Ademas recordemos que las amas de casa cuando llegaba el dinero para el ahorro del dinerito; iban mejor a un gran supermercado o las famosas tiendas por departamento. Entonces de este modo se transformaron o desaparecieron en todos los lugares el colmadito.


Hoy en día no nos damos cuenta de que hasta para comprar artículos de primera necesidad tenemos que montarnos en un vehículo e invertir tiempo y dinero. Los vecinos no se ven porque la gente compra en sitios distantes de donde viven y por el estilo de vida la gente sale de su casa a trabajar y llega a dormir. El dinero que usamos no se queda en el barrio, la urbanización o el área donde vivimos y muchas veces pasa a manos de personas con intereses fuera del país. Sin embargo hasta mi conversación con ustedes hoy no me había puesto a pensar que las pequeñas cosas a la larga hacen cambios grandes. Todo esto lo logro el colmadito.

No echemos culpas porque todos fuimos responsables de que estos negocios evolucionaran o desaparecieran. Incluso los obligamos a aumentar los costos o transformarse de artículos de primera necesidad a productos de consumo de diversión. Nuestros hijos se acostumbraron a ir con nosotros a buscar artículos a las cadenas grandes y no saben lo que es ir en bicicleta o a pie a comprar cositas en el colmadito.
Voy a dejar el tema de hoy aquí para que no lo analicemos y pensemos hay veces que somos tan culpables como el que está en la decisión principal. Entiendo que culpamos al gobierno que se puso a pedir papeles y licencias; pero no miramos que somos responsables de que estos negocios cerraran o se transformaran. Ahora nos quejamos porque desapareció el colmadito.

Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana en DESDE MI PESEBRE.

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