martes, 22 de enero de 2013

Desde Mi Pesebre "TU NO PUEDES"

Buenos días mi gente; otro día mas DESDE MI PESEBRE.  Ya saben taza de café negro en mano y listo para vivir un día mas... acompañado de ustedes mis amigos lectores.  Hoy el cielo esta súper lindo y ya esta amaneciendo mas temprano; señal de que la primavera ya se esta acercando y el invierno esta terminando.  Recuerdan que mencioné la idea de tratar de plasmar moralejas atravez de fábulas... pues hoy narraré la historia del sapo "tu no puedes".



"Tu no puedes"

Erase una vez y dos son tres... en un estanque no muy lejano.   Entre una camada de renacuajos nació o mejor dicho evolucionó un sapo con un defecto de nacimiento el cual hizo que se quedara sordo.  Este sapo fue nombrado por sus contemporáneos como el sapo tu no puedes.  

Al ser sordo quiere decir que tampoco podía croar de forma coherente... entonces lo único que todos sabían directa o indirectamente era el nombre ya que todos le decían: Bendito es que tu no puedes.  El sapo aprendió a nadar como todos los de su especie, pudo crear un sistema de como alimentarse ya que al no escuchar era un poco mas complicado y saltaba como ninguno otro; ya que pudo mejorar otras destrezas que cualquier otro sapo.

Tu no puedes (el sapo) veía como los insectos mas grande volaban y eran felices.  Entonces un día decidió subir a un árbol para poder comer los insectos mas apetitosos.  Fue así que comenzó el rumor de que el sapo sordo quería subir el árbol mas alto del estanque.  Todos los sapos se reunieron alrededor del árbol para ver al "tonto" tratar de subir a un árbol.

Los sapos mas viejos del estanque comenzaron a croar... diciendo: "TU NO PUEDES, TU NO PUEDES, TU NO PUEDES".  Los demás sapos siguieron repitiendo al pobre sapo sordo lo mismo; pero al ser sordo simplemente no escuchaba lo que los demás les croaban.

Así comenzó a saltar y a saltar para llegar a la primera rama del árbol.  En su primer salto callo al estanque y todos comenzaron a reír.  En su segundo intento no llego a alcanzar la rama.  En su tercer intento resbalo y callo sobre su cabeza; pero saben que... como no escuchaba a todos los otros sapos croando que TU NO PUEDES; el sapo pensaba que todos habían ido a apoyarle.

Entonces tomó un respiro después de varios intentos fallidos  miro hacia la rama, se enfoco y simplemente nuevamente trató.  Eran tantos sus intentos fracasados que los demás sapos comenzaron a mofarse y como era normal la noche llegó...  no les contaré que sucedió; pero desde esa noche se escuchaba un ruido o un croar sin sentido por todo el estanque.  Era como si existiera un sapo gigante el cual había poseído el área.  Si el sapo tu no puedes; pudo trepar el árbol y se alimentó de los mejores insectos.  Intento, intento, intento y lo logró.  

Moraleja:  Existen mil sapos para decirte que no puedes; pero en ti queda no escucharles y continuar intentando.

Hasta aquí la columna de hoy... no quiero destruir lo que esta moraleja nos muestra.   Simplemente hoy quiero decirte que... intentes, intentes, intentes y veras que lo lograras.

Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.

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