Apuntar a fallar...

Buenos días mi gente; otro día más DESDE MI PEEBRE. Hoy con mi taza de café negro en mano y listo para conversar con ustedes mis amigos del ciberespacio. Muchas veces pensamos tirar la toalla porque pensamos que no estamos avanzando; sin embargo todo va tan rápido que no vemos movimiento... viendo la película de los 33 mineros de Chile, aprendi que a veces debemos apuntar a fallar.

Google Images

Gracias a todos los que siguen leyendo el blog a pesar que hay veces que pienso que es tiempo de dejar la escritura; pero sucede algo que me indica que tal vez ver las cosas desde este punto de vista y compartirla con ustedes nos hace bien a ambos. No quisiera contarles la película; pero muchos de nosotros tuvimos la oportunidad de ver esta historia mientras ocurría... entiendo que la historia narrada en la película es feliz; pero tiene una enseñanza que no me gustaría desperdiciar. Los ingenieros taladraban derecho para llegar al refugio; pero había el corazón de la piedra desviaba la barrena. Entonces alguien dijo: De vez en cuando apuntar a fallar...

Ahora analizando esas palabras... ¿quien desea apuntar a fallar? Sin embargo recuerdo la historia de un paracaidista que comenzó a tener problemas porque al lanzarse siempre pasaba muy cerca de sus compañeros. Un día otro paracaidista le dijo: Tu problema no es a donde pones la cabeza cuando estas bajando a las millas, es que miras a donde no quieres ir; esto le envía una señal al cerebro que donde miras es a donde vas... por eso de vez en cuando se debe apuntar a fallar...


Yo tenia el problema cuando corría mi bicicleta de monte que siempre resbalaba en una raíz y no me disfrutaba mi paseo porque sabia que al llegar a ese punto me iba a caer por la dichosa raíz. Mi rodada por aquel sendero comenzó a convertirse en una desgracia en vez de algo que me divertía tanto... Me di cuenta que era sencillo lo que tenia que hacer, era no pensar en el dichoso obstáculo; pero si tenia que enfocarme en disfrutar y divertirme. APUNTAR A FALLAR.

Amigo que tomas tiempo para leer, analizar y compartir nuestra lectura. No estoy seguro si el mensaje que quise dialogar es lo suficientemente claro; tal vez yo mismo ni lo sepa o lo entienda; pero yo de vez en cuando dejaré de preocuparme por las cosas que no tengo control y les prometo apuntar a fallar.

Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.