Buenos días mi gente; otro día más DESDE MI PESEBRE. Mi taza de café esta siendo preparada y deseo hablar con ustedes simplemente con el sonido de la greca al colar el agua y el olor inmerso por mi hogar. Sonido de buena música y nosotros en comunión conversando como solo los amigos pueden hacerlo. Explicar lo que se siente en este blog es algo que con palabras simplemente no se puede entender; es por esta razón que deseo compartir sobre la lección aprendida.
Para poder explicar este concepto voy a ilustrar un ejemplo que "todos" lo vivimos. Remontemonos a cuando éramos pequeños aprendiendo a caminar o en esa etapa de curiosidad donde el mundo conversa sin palabras y todo es un experimento en la vida. Si aun tener un estado de conciencia maduro comenzamos a aprender que el llanto se convierte en una instrucción clara que necesitamos o deseamos algo (hambre, incomodidad, atención, etcétera). Esto es lo que se llama lección aprendida.
Aprendemos durante la vida algunas lecciones alegres, dolorosas, impactantes, de crecimiento y otras que solo quedan en nuestro subconsciente creando el ser humano que somos hoy en día. Uno cuando nace es esa esponja lista para absorber todo lo que tiene alrededor. De modo que llega un momento que tienes tanto en ti que comienza a desbordar o a escaparse esa lección aprendida.

El ser humano nace para crecer, multiplicarse y dejar una huella; pero ¿que hace que perdamos el norte durante el camino? Es todo lo que nos rodea lo que te complementa como humano. Siempre decimos que somos responsables de nuestro éxito o fracaso; pero quiero recordarte que hay factores que influyen directamente en ti. No siempre se gana; pero aprendemos a vivir con los fracasos y nos hacen crecer aunque lo dudemos. Dejar de ser nosotros para convertirnos en algo más es una lección de vida.

Yo muchas veces no comprendo lo que sucede a mi alrededor; pero tome la decisión de controlar lo que si esta en mis manos. Por eso nació DESDE MI PESEBRE para ser voz, oídos y plasmar en palabras lo que nos sucede. En varias ocasiones he explicado que no soy el que escribe para ustedes; si no que son ustedes los que me hacen conversar, crecer y obtener mi lección aprendida.
Hoy busca la lección aprendida y como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.
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