Pues gracias a la tecnología mi celular se convierte en un procesador de palabras y de este modo converso con ustedes mis amigos lectores. Les confieso que no hay nada como mi café negro; pero tenía un compromiso y para no fallar decidí escribir mientras esperas el momento.
En estos días pasados he escrito sobre la tecnología y como afecta nuestro estiló de vida. Sin embargo no sabía que tan rápido sería víctima de lo que comparto con ustedes. Tantas veces que hemos hablado sobre cosas y casos y hoy converso mientras esperas el momento.
Que dichoso mientras me encuentro aquí puedo conversar con el mundo. Todo a merced de mi celular y la columna que compartimos. Si esta conversación fuese visual estaríamos en un salón gigante ya que me encuentro con amigos del mundo mientras esperas el momento.
Me encuentro entre ejecutivos, estudiantes y personas comunes tomando un café. La cosa es que nadie saluda, nadie sonríe, todos conversando en el celular o por computadora. Se esta perdiendo la magia del buen café... provocar buenas conversaciones entre amigos presentes. Esto es lo que me motiva a escribirles ahora disfrutar mi vida mientas espero el momento.
Si el mundo da excusas y solo las cree el que las da... Entonces busquemos la mejor para disfrutar de la vida... Seamos la diferencia y esto tiene que ocurrir mientras espero el momento.
Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana Desde Mi Pesebre.
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