Buenos días mi gente; otro día mas DESDE MI PESEBRE. Ya saben con mi taza de café negro y listo para nuestra conversación de ocasión; ya que muchas veces estoy dejándome atrapar por la red de las situaciones de la vida y olvido que mis amigos están esperando para compartir nuestro lugar secreto donde podemos dialogar sin abrir la boca... hoy quiero plasmar lo que me paso hace varios días. Muchas veces pensaran que es una falacia; pero hoy quiero que entiendas las palabras CONFIA ESTOY AQUÍ.
No voy a comenzar escribiendo en la columna de hoy la situación económica o como muchos días nos sentimos super apretados porque desconocemos que pasará mañana. El dinero actualmente o por lo menos en mi situación se esta convirtiendo en sal y agua; deposito y cuando abro la cuenta bancaria estoy con menos dinero que antes de hacer el deposito. Sé que me comprenden porque la situación global esta pasando lo mismo; pero hoy compartiré contigo unas palabras que me dijo el sacerdote de la iglesia donde voy: Confía estoy aquí.
Pues para que alargar la situación si lo que deseo es tomar este café y dialogar contigo que estas frente a frente ya que al momento de leer el articulo es literalmente como si estuvieras compartiendo esta bebida conmigo. Como todos entendemos en esta situación nos hemos convertido en malabaristas de las finanzas; pago esto esta semana y la próxima pago aquello o simplemente establezco prioridades y hago ajustes... en ese enredo de vida me di cuenta que mis medicinas se habían terminado y había hecho un mal calculo. No tenia el dinero completo para comprar mi medicina y quedaban 6 días para recibir otro cheque... pero algo me dijo: confía estoy aquí.
Al lado de mi casa hay dos cadenas de farmacias de esas que te dicen somos tu vecino mas cerca; pero en realidad ninguna de ellas sabe como me llamo o quien soy. Dicen que eres importante para ellos; pero si te falta un centavo no te despachan la mercancía. Eres un símbolo de dinero meramente y cuando llegas es como ir a Disney... todos son felices y se alegran de verte. Gente no estoy diciendo que esto es malo; porque como profesor de mercadeo entiendo que todos los negocios se hicieron para generar dinero. Volviendo al tema doy par de vueltas en la farmacia buscando mi medicamento y sabiendo que lo que me queda en el banco no da ni para comprar par de dulces. Sin embargo algo me decía: confía estoy aquí.
Llego donde están mis medicamentos empiezo a analizar y a sumar y restar a ver cuanta cantidad era la que me iba a llevar porque alguien había decidido que comercialmente podia comprar 14, 28 o 42 y yo simplemente quería comprar el medicamento. Cerré los ojos me encomendé a Dios y agarre una caja sin mirar el costo y fue en ese momento que dude, dude y dude; pero algo paso y sentí la presencia de Dios diciéndome al oído: HIJO CONFIA QUE ESTOY AQUÍ.
Di varias vueltas por la tienda a ver si me encontraba a alguien que me debe dinero, a ver si hallaba un billete perdido o simplemente el valor de hacer una fila frente a la caja para descubrir que no tenia dinero en mi cuenta bancaria y dejar el medicamento. El tiempo pasaba y yo continuaba dando vueltas para armarme de valor y pagar un producto el cual sabia que no podia ya que no tenia el dinero. Me acerque a la caja... tome un paquete de dulces y puse mi medicamento frente a la cajera... confía estoy aquí.
La cajera con su sonrisa me dijo: HOLA que bueno verle. ¿Encontró todo lo que buscaba?. No sabia que contestar, que hacer o si simplemente actuar como si nada estuviese pasando. La chica sumo y me dijo: el total son XXX y yo hago la gestion de sacar mi billetera pensando que aparecería un billete mágico. Abro mi billetera, comienzo a buscar por todos los bolsillos y ocurrió lo que pensaba... no TENIA DINERO. Sin embargo la joven me dice: ¿quisiera redimir un dinero que tiene por realizar compras en este establecimiento? Le contesto SI; pero sabiendo que jamas ese dinero cubriría el costo de mi total. CONFIA ESTOY AQUI.
Gente el dinero que tenia en esa tarjeta era justamente lo que necesitaba para mi medicamento y el dulce que había tomado para disimular mi vergüenza era lo único que tendría que pagar en efectivo. Me meto la mano al bolsillo y para mi sorpresa tenia $1. Pague el dulce, tome el medicamento y entendí que quería decir CONFIA ESTOY AQUÍ.
Muchas veces en la vida simplemente nos queda caminar, tomar fortaleza y ejecutar... nuestro padre tiene todo en control y de nosotros solo queda escucharle. Por eso te digo: CONFIA ESTOY AQUÍ.
Como siempre digo el que tenga oídos que oiga y nos vemos mañana DESDE MI PESEBRE.
